“A finales del siglo XX – nuestra era, un tiempo mítico–, todos somos quimeras, híbridos teorizados y fabricados de máquina y organismo; en unas palabras somos ciborgs. Éste es nuestra ontología, nos otorga nuestra política. Es una imagen condensada de imaginación y realidad materia, centros ambos que, unidos, estructuran cualquier posibilidad de transformación histórica”.

Donna Haraway, Manifiesto Ciborg, 1983.



Estamos en una sociedad en la que las distancias entre la tecnología y lo humano se han difuminado tanto y en tan poco tiempo que cada vez compartimos más elementos con los ordenadores, por lo que la creación de homúnculos puede ser muy interesante en la medida en que esa partición cognitiva permita estar al mismo tiempo en otro lado y hacer otro tipo de tareas en el mismo espacio-tiempo.


Para la creación de un homúnculo, el equipo investigador se basó fundamentalmente en los elementos químicos de la tabla periódica que hay en común entre las computadoras y los seres humanos tales como silicio (SI), oxígeno (O), potasio (K), flúor (FL), cobre (CU), litio (Li), hierro (Fe), carbono (C), azufre (S); también metales utilizados en la fabricación de equipos electrónicos como el oro y la plata, y algunas composiciones minerales como la sal y el salitre. Adicional a estos, un porcentaje importante de conciencia y energía corporal hacen parte de la fórmula química final para la creación del homúnculo.

Hello From

Ideas y procesos